Tras la caída de Emeria Laguna en el año 525AA, los poderes que había encerrado en sus cristales quedaron liberaros y dieron al traste con el equilibrio mágico del planeta.
Las grietas dimensionales se abrieron y el caos y las criaturas del mismo arrasaron el mundo. La faz del planeta quedó completamente cambiada, los continentes se hundieron y surgieron de nuevos, las enormes brechas, ciudades hundidas y el constante ataque de los monstruos más temibles ahogaron al mundo de nuevo en una era de oscuridad.
Una vez más, el propio mundo respondió con nuevos héroes que hicieron frente a la amenaza. Paladines, magos y hechiceros se aunaron para hacer frente a las criaturas del caos y ante semejante voluntad de vivir. En el año 511AA, la diosa Lanh no pudo evitar sentirse conmovida y ayudar a los desvalidos habitantes del mundo, otorgándoles un nuevo cristal que restableciera las corrientes mágicas que se habían perdido. El cristal fue conocido más tarde, como La Piedra de la Ascensión.
A pesar de que el cristal detuvo el declive, los cambios en el mundo siguieron sucediéndose en menor escala durante casi un siglo. La última grieta se dio por cerrada en el año 255AA.