Se conoce como canalización al proceso de extraer energía del plano astral y manifestarla en el terrenal. Las aplicaciones más comunes de este concepto se encuentran en la magia, pero también existen muchos artes y dones que se benefician de esta técnica, muchas veces sin que su usuario sea consciente de ello.
La paramancia (o paramagia) engloba todas las disciplinas, supersticiones y místicas que utilizan la canalización sin estar reguladas dentro de las escuelas de magia y que no se traten de un milagro divino.
Los practicantes paramánticos en muchos casos ni siquiera saben que lo que están haciendo es una forma no regulada de magia, pero sus efectos son en la mayoría de casos indistinguibles de un hechizo.
Esta categoría también incluye a las criaturas que utilizan la magia de forma instintiva, como las hadas.
Los milagros son una forma de canalización que proviene de una fuente de poder inmortal, normalmente dioses o servidores, aunque también puede provenir de ideas comunes compartidas por muchos individuos.
A diferencia de lo que suele creerse, esta energía no proviene directamente de la deidad a la que se reza, si no de una fuente de energía común creada por todos sus creyentes mediante sus rezos y devoción diaria. Por esta misma razón, devotos de dioses que llevan eones muertos pueden seguir manifestando su voluntad en milagros.
Se conoce comúnmente como magia a las doctrinas que estudian y utilizan la canalización. En mayor o menor medida, la magia es una forma de conocimiento académico, que requiere tanto conocimiento teórico como práctico. Dominar la magia es un proceso que lleva años de estudio y práctica.
Existen tres escuelas de magia, que fueron creadas por los dioses Único (elemental), Zeros (arcana) y Vold (crepuscular), además de una cuarta creada por Naria (harmónica) más tarde. Cada una de estas escuelas tiene una aproximación única a la canalización, así como una filosofía y explicación particular y completamente incompatible con la de las demás.
Un practicante mágico rara vez se versará en más de una escuela de magia ya que sus conceptos son radicalmente diferentes y en muchos casos contradictorios. Los mortales pueden pasar décadas aprendiendo a hacer los hechizos más básicos de cualquiera de las escuelas por lo que dominar más de una está directamente fuera de la capacidad de muchos.
A diferencia de otras escuelas de magia, los magos elementales nacen, no se hacen. Aquellas personas que nacen con el Don a menudo manifiestan paramancia menor cuando son pequeños, causando accidentes; esto hace que muchos elementalitas traten esta condición como una maldición o que sean asesinados. Los elementalistas nacen alineados con un único elemento, este elemento suele ser el elemento asociado a su raza, pero en raros casos los elementalistas pueden nacer alineados a otro elemento diferente. Algunos ejemplos de razas y sus elementos son:
La magia elemental es una magia agresiva, creando manifestaciones energéticas muy poderosas aunque volátiles. Debido a su naturaleza directa y efímera, se vuelve muy complicado realizar hechizos duraderos usando magia elemental y sus efectos están restringidos al plano físico, por lo que sólo se pueden realizar hechizos de las esferas de Evocación y Cambio.
Por su naturaleza directa, los hechizos de magia elemental pueden recitarse en medio de un combate. Cada mago asocia las palabras a los hechizos como cree conveniente, creando asociaciones nemotécnicas con los hechizos correspondientes. Estas palabras suelen ser cortas y contundentes y, a pesar de que suele utilizarse el Ciral o cualquier otro idioma conocido, muchas de ellas pueden ser inventadas o carecer de significado.
La doctrina básica de la escuela elemental puede resultar un poco escueta en contenido comparada con sus dos hermanas. Es por eso que muchas academias la complementan con conocimientos paramánticos sobre el recitado de pergaminos o la realización de rituales.
Los elementalistas están atados a un elemento de por vida, pero el estudio en profundidad de su disciplina puede permitirles dominar una forma alternativa de su elemento primario.
Los magos del crepúsculo entienden el universo como una balanza entre conceptos: luz y oscuridad; vida y muerte; sentimientos, los elementos naturales, harmonías, etc. Donde entender el delicado equilibrio es clave para manifestar los hechizos más letales.
Los magos crepusculares enseñan que la magia es una fuerza caótica y salvaje, orgánica; y que, para moldearla y manifestarla, el mago debe domarla utilizando una fuerza de voluntad férrea y completa determinación. Por esta razón, la mayoría de los componentes verbales de los conjuros emplean órdenes o imperativos, ayudando al usuario a proyectar dicha autoridad sobre los elementos.
Dentro de la magia crepuscular existen muchas disciplinas, pero destacan los hechizos asociados a la naturaleza, los animales y plantas, así como la vida y la muerte.
La magia crepuscular contiene conjuros de todas las esferas, pero por su naturaleza asociada a la vida y a lo natural, los hechizos de la esfera del vínculo suelen ser mucho más poderosos en esta escuela.
La magia arcana enseña a sus estudiantes a relacionar símbolos y palabras con efectos mágicos. Todos los hechizos están escritos en arcano, donde diferentes ideogramas y conceptos se unen en un intrincado tapiz para formar complejos hechizos.
En arcano cada palabra es una idea, que se transforma al colocarse cerca de otras palabras. Un hechizo arcano es como un mecanismo bien engrasado, donde cada palabra es un engranaje que encaja con precisión para desarrollar el efecto apropiado.
Los magos arcanos tienen una aproximación muy formal a la magia, muy calculada. El idioma arcano tiene centenares de miles de palabras que deben aprenderse y ordenarse para formar sus encantamientos. Por esta naturaleza fría, la magia arcana es perfecta para hechizos complejos y llenos de matices. Mientras que el resto de escuelas son mucho más efectivas para evocar manifestaciones explosivas de energía, los magos arcanos pueden idear conjuros mucho más sutiles que afecten a la realidad o a la mente de los mortales.
La magia arcana divide sus hechizos en dos dominios mayores: aquellos que afectan a la mente y aquellos que afectan al entorno.
La magia arcana contiene hechizos de todas las esferas, pero por su naturaleza más formal, los hechizos de la esfera de la metamagia y la proyección son mucho más prominentes.
La magia harmónica, también llamada cuarta escuela, es la más joven de las escuelas, relativamente hablando. A diferencia de los magos de las tres escuelas clásicas, los magos harmónicos no usan palabras para lanzar hechizos, si no que asocian los efectos de sus conjuros a la harmonía de la música y otras artes.
Los magos harmónicos utilizan las harmonías para desatar sus hechizos, escondiendo en su arte los patrones que les ayudan a canalizar sus hechizos.
Esta escuela es mucho menos formal que las otras tres, sus enseñanzas se han mezclado con las artes de muchas culturas desarrollando hechizos y rituales únicos que otras escuelas a veces son incapaces de explicar.
Por su naturaleza basada en en el arte, la escuela harmónica consta de muchos más hechizos de la esfera cognitiva que de las otras.
Los hechizos pueden estar separados, independientemente de la escuela, en esferas, indicando cual es su propósito u objetivo:
Esta esfera engloba los hechizos destinados a alterar el entorno de alguna forma. Ya sea modificando propiedades físicas de los materiales como el color, la forma, la densidad o modificando los elementos del entorno, como la gravedad, la temperatura o la presión. Además, se engloban en esta esfera aquellos hechizos que permitan dotar de movimiento o animar materiales inanimados como el barro o la roca.
Algunos ejemplos de hechizos de esta esfera engloban los hechizos de Cambio de forma, Fundir metales, Convertir piedra en barro, Avivar o apagar las llamas o algunos campos como Campo de distorsión o Anular gravedad. Además, los hechizos como Animar golem o Copia de barro también se encuentran en esta esfera.
En esta esfera se engloban los hechizos que afectan a la mente. Todos los hechizos relacionados con la memoria o el control mental pertenecen a esta esfera, así como en aquellos que afectan la percepción.
Los ejemplos más notables de esta esfera son aquellos hechizos basados en Invisibilidad, Crear Ilusiones, el Control Mental así como hechizos para Aguzar los sentidos.
Esta es la esfera más común y a la que pertenecen la mayoría de los hechizos, engloba los conjuros cuyo objetivo es manifestar una energía concreta (generalmente dañina) en el plano terrenal.
Los ejemplos son muchos: Proyectiles de todo tipo, Formas energéticas variadas (muros, conos, rayos, esferas), Escudos y auras de todo tipo así como generar formas de energía como armas o cuerpos.
Esta esfera incluye los hechizos cuyo objetivo es lidiar de algún modo con otros hechizos o fuentes de poder.
Los ejemplos más claros son hechizos de Disipar, Contraconjuro o Espejo mágico.
Esta esfera refleja los hechizos cuyo objetivo es la manipulación de los planos y dimensiones, básicamente creando conexiones y portales.
Los ejemplos más directos son aquellos hechizos enfocados a crear Portales, así como los de Salto astral y aquellos como Invocaciones variadas, Expulsión o Destierro.
Esta esfera incluye los hechizos destinados a crear vínculos y uniones entre seres y energías. La mayoría de estos hechizos son benignos se utilizan para asociar energías curativas a cuerpos heridos. No obstante, esta esfera también recoge la mayoría de maldiciones de larga duración así como la nigromancia. La fuerza de los dioses que se transmite hasta sus creyentes también suele ir asociada a esta esfera.
El ejemplo más claro de esta esfera son los hechizos de Curación, pero existen un sinfín de Maldiciones que requieren un vínculo con el objetivo. Por último, cualquier hechizo de Levantar muertos vivientes que implique imbuir un enlace vital entre el nigromante y el cuerpo está asociado a la esfera de Vínculo.