País | ||
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Nombre: | Virreino de Marinia | |
Vida: | ~600AA - ? | |
Régimen: | Cada barco es autocrático | |
Localización: | Global | |
Capital: |
Meridia (hasta 320AA) Diferentes buques inisgnia |
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Fundador: |
El Virreino de Marinia es un reino que, despojado de sus tierras históricas, viven en barcos, atolones y colonias. La mayoría de la población se dedica a la piratería y al comercio y carecen de un sistema de estado organizado. Las razas mayoritarias que lo componen son los elfos marinos, los humanos y otras razas. Los dioses mayoritarios son Ken-dir, Shiryu, Orsay, Mefisto y Séldim.
Marinia es uno de los reinos más antiguos. Fue fundado por Emeria Laguna, al ceder la isla de Marinia y los mares circundantes al virrey elfo marino Leandal Darien "Barbaazul" por los servicios prestados durante la revuelta de Tycon. Durante algunos años, el virreino, poblado exclusivamente por elfos marinos, se dedicó al comercio y al transporte marítimo desde su capital: Meridia.
Durante los años previos al colapso mágico, una desesperada Emeria Laguna solicitó la ayuda del virreino para controlar las rutas marítimas y así poder encontrar a los instigadores que estaban azotando la revuelta en sus dominios. Como pago, otorgó a los habitantes del virreino una patente de corso que les daba autoridad para asaltar y saquear todos los barcos mercantes en los mares dominados por el virreino, que habían crecido considerablemente debido los constantes favores de los elfos hacia la reina bruja.
Tras el colapso mágico, el virreino de Marinia resultó ser el reino menos perjudicado, ya que todos sus intereses se encontraban en el mar y en sus barcos, que no se vieron destruidos tras el azote del caos. Aprovechando esta ventaja táctica, Marinia se adaptó al cambio y sacó todo el provecho que pudo a las crecientes necesidades de protección y comercio que el nuevo mundo requería. Dominando los mares a su antojo, saqueando sin reparo o comerciando a precios desorbitados; los elfos marinos vivieron su época dorada.
Tras la aparición del Círculo de Magos, Marinia prosiguió con su actividad mercante y corsaria sin mostrar reparo o respeto alguno por los intereses del Círculo. En el año 320AA, las discrepancias entre ambos desencadenó en un conflicto que terminó cuando el Círculo hundió bajo el mar la rica y próspera isla de Marinia. Los supervivientes de esta demostración de poder huyeron y prosiguieron con sus actividades mercantes, esta vez sin poner en cuestión la soberanía del Círculo.
Los años fueron pasando y cada vez más se imponía la supervivencia a la soberbia que tanto les había costado. Los elfos marinos masificaron el reclutamiento de miembros de otras razas para sus tripulaciones, mostrando una falsa sumisión al Círculo que se terminaba cuando sus cañones disparaban contra los barcos mercantes que pretendían abordar.
En el año 21DA, enriquecidos en los despojos de la Guerra de la Ascensión, los barcos de los descendientes de los Marinia se reunieron en las aguas donde antaño se encontró la isla del mismo nombre para formar un concilio. Durante varias semanas, los orgullosos capitanes elfos de los barcos gritaron y discutieron al calor del grog y la cerveza hasta que, tras varios motines y manchas de sangre, desarrollaron lo que ellos llamaron "El Código" que regiría el destino de los Marinia en adelante. El texto fue copiado para cada uno de los capitanes y el original fue guardado en las arcas del buque insignia Calisto, el más grande y majestuoso de la flota.
En el año 87DA, los capitanes de Marinia adquirieron tierras al sur de Luarna para establecer un puerto y enclave comercial que sería conocido como Nueva Meridia.
Aunque es común que cada barco o flota tenga su propia versión modificada, El Código se compone de siete preceptos principales que son conocidos por las tripulaciones de Marinia y que son recitados muchas veces en forma auto-definitoria.
I. El Virreino de Marinia
El Virreino de Marinia es una nación sin fronteras cedido por la Reina Bruja. Como tal es dueño de sí mismo y sólo responderá ante la vuelta de la Reina Bruja.
II. La Patente de Corso
Los Marinia tienen derecho al saqueo y al pillaje abierto en las aguas de su territorio y en cualquier puerto bañado por las mismas.
III. El Capitán
El Capitán es primera y última palabra en la autoridad de su barco. Al subir a un barco aceptas la autoridad del capitán regente.
IV. El Grog
Todo tripulante tiene derecho a cobrar hasta una tercera parte del sueldo en Grog, Ron o Cerveza.
V. La Palabra
Cuando un Capitán de su palabra, este deberá cumplirla sin dilación y sin atisbo de duda. La palabra del Capitán es símbolo de garantía y grandeza que también debe ser preservada por su tripulación.
VI. Las Tradiciones
Cada 15 años se reunirán en las aguas donde antaño yació la isla de los Marinia aquellos que a estos preceptos sean fieles. En esta reunión, el barco más majestuoso y rico será botado como el nuevo Buque Insignia de la flota de Marinia.
VII. El Motín
Si el capitán de un barco demuestra incompetencia, insensatez o rompe su palabra; es deber y derecho del contramaestre el organizar un motín y relevar al capitán del mando. En caso de que el motín fuera injustificado u organizado por un tripulante indigno, el castigo será la muerte.
Las tripulaciones de los Marinia están compuestas por los más variopintos personajes de muchas razas y orígenes, haciendo difícil así la definición de una alineación mayoritaria. No obstante, la falta de obligaciones morales claras de sus tripulantes los hacen tender hacia la Neutralidad más que hacia el bien o hacia el mal.
En cuanto al comportamiento ético, existe bastante variedad entre los tripulantes del Virreino; definido muchas veces por el capitán de cada barco, que contrata tripulantes afines a sus convicciones éticas.
Representan generalmente los barcos de los elfos marinos más antiguos y expertos, generalmente descendientes de la antigua nobleza de Marinia. Estos corsarios se dedican a la preservación del Código y las tradiciones más arraigadas de la comunidad. Son personas de palabra y suelen preferir los tratos provechosos que el asalto y la pillería indiscriminada.
Este grupo lo componen las tripulaciones cuya concepción ética es definida por el dinero. Suelen entender la necesidad de un Código y unas normas para la supervivencia del grupo, pero también saben que hay veces que se impone la acción a la reflexión. Suelen moverse por dinero, sin atenerse a restricciones morales, religiosas o éticas en sus objetivos; buscando siempre el beneficio propio y primando por colaboración para la supervivencia del grupo.
En este grupo se engloban muchos de los tripulantes de peor calaña del virreino. Personas sin ética que sólo recurren al Código cuando les interesa, generalmente para amotinarse, y que prefieren asaltar y emborracharse que cumplir con las tradiciones u honrar a los mares. Temidos por muchos pueblos costeros y embarcaciones, representan el lado más sangriento y despiadado de los corsarios que no duda en asaltar y asesinar cualquier persona que se halle en su camino.
En el virreino, sus tripulantes se miden por las riquezas y la belleza del navío en el que habitan, no por familias ni lazos sanguíneos. Los capitanes son la máxima autoridad dentro de cada nave y pueden designar cargos a su antojo.
En las reuniones quinquenales, las decisiones comunes suelen hacerse en consenso entre los capitanes; no obstante, son pocas las veces que estos se ponen de acuerdo sin pelearse.
Los Marinia en general muestran respeto por el más fuerte (ya sean otros tripulantes o fuerzas ajenas al virreino) y suelen mantenerse complacientes y respetuosos ante ellos mientras sigan ostentando el poder. No obstante, no dudarán en romper una alianza (siempre que no se haya dado la palabra) si este poder desaparece o si la propia supervivencia se pone en juego.
El virreino fue fundado por los elfos marinos aunque a lo largo de los siglos han ido diversificando su población hasta aceptar casi cualquier raza que sea capaz de habitar en el mar, sobre todo humanos. En contadas ocasiones, los dioses otorgan a sus adoradores dones en forma de agallas, escamas o aletas, confiriendo un aspecto de semi-pez a los tripulantes de sus barcos, toda una ventaja cuando pasas la mayor parte de tus días en el mar.
En algunas ocasiones, las tripulaciones incluso aceptan la ayuda de criaturas marinas inteligentes.
La economía de los Marinia se basa en el pillaje y el saqueo mayoritariamente, aunque no son pocas las veces que obtienen sus recursos de tratos comerciales. La riqueza de un navío es muy importante en el Estatus social de la comunidad.
En muchos casos, los botines suelen repartirse a partes iguales entre los tripulantes y dos partes para el capitán. Aunque es cada capitán el que decide el reparto de bienes.
Los hombres de Marinia no son famosos por ser muy religiosos o castos, pero sí suelen ser hombres supersticiosos que creen que el mar les castigará si deshonran el Código. Suelen mostrar respeto por las deidades y costumbres ajenas, siempre y cuando estas ostenten un poder superior.
Algunos de los capitanes más tradicionales y supersticiosos tienen a bordo a hechiceros o clérigos para mantener calmada la furia del océano o para desencadenarla contra sus enemigos.
Siguiendo las costumbres de superchería, cada barco suele tener un dios patrón que le protege y le guía y que es adorado por sus tripulantes; en general este tipo de cultos suelen reconocerse por los motivos que adornan el mascarón del barco. Hay algunas tripulaciones siguen a rajatabla los designios del propio dios, aunque esta situación suele ser poco común.
Como herencia de las antiguas conexiones con Emeria Laguna, muchos barcos mercantes siguen las enseñanzas de Mefisto. Suelen ser barcos que se dedican al pillaje y al saqueo, difundiendo el miedo y el terror entre sus asaltados. Como tradiciones suele destacar la de dejar al menos a una de las víctimas con vida para que pueda contar la historia del asalto y del pillaje. Sus barcos y flotas suelen ser conocidos como barcos y flotas de la araña o de la Reina Bruja.
Como dios de los criminales y los proscritos, Orsay suele ser una opción religiosa bastante extendida entre los tripulantes del virreino. A este dios suelen pedirle suerte en sus viajes y saqueos y le rezan para no ser atrapados o superados por los guardias y soldados. No obstante, la naturaleza de sus adoradores hace que, con frecuencia, solo se acuerden de él cuando se hayan frente a la horca. Sus barcos y flotas suelen ser conocidos como barcos y flotas del Tiburón.
Muchos Marinia adoran a la diosa del azar y los sueños, como muchos otros ladrones y bandidos, para que les bendiga con suerte y prosperidad. Esta adoración suele representarse con la tradición de enterrar parte del botín o arrojarlo al mar como ofrenda a esta diosa tan caprichosa y cambiante. Sus barcos y flotas suelen ser conocidos como barcos y flotas de la Sirena.
Entre los tripulantes del virreino existe una tendencia bastante extendida a adorar al tenebroso señor de las profundidades. Un cruel y vengativo dios hijo de Aska que controla a las temibles criaturas del mar y sobre todo al temible kráken. Entre las sanguinarias prácticas de este dios, existe la tradición de derramar la sangre de las victimas sobre el mar en señal de ofrenda. Sus barcos y flotas suelen ser conocidos como barcos y flotas del Kráken.
El contrapunto a los adoradores de Ken-dir se encuentra en los Marinia que adoran a Shiryu. Su punto de vista es mucho más pacifico y prefiere la adoración y los rezos al asesinato indiscriminado y los sacrificios. Los adoradores de este dios suelen lucir dragones en sus banderas y mascarones para mantener alejadas las tormentas y los ataques del poderoso leviatán. Sus barcos y flotas suelen ser conocidos como barcos y flotas del Leviatán.