País | ||
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Nombre: | La Gran Alianza de los Pueblos Libres de Luarna | |
Vida: | 58DA - ? | |
Régimen: | Imperio | |
Localización: | Luarna | |
Capital: | Demiria | |
Fundador: | Damhit Astra |
La Gran Alianza de los Pueblos Libres de Luarna (más conocida como La Gran Alianza) es un imperio al norte de Luarna heredero de los Magos del Círculo y la cultura ciral. Se proclaman a sí mismos sucesores espirituales del Imperio del Sol.
El imperio de La Alianza se encuentra al norte del continente de Luarna, al sur de la cordillera meridional. Sus fronteras limitan con los Reinos Agrestes al sur, Alexandría al norte, Solaris al oeste y Arnarath al este.
El imperio está habitado por un sinfín de razas, en especial humanos, elfos y semielfos.
Los dioses mayoritarios y oficiales son Jaris, Terion, Haya, Byslán, Kráster, Lanh, Terra y Meizos. Por decreto desde su creación, todos los templos deben adorar siempre a dos dioses: uno elfo y uno humano. Esta multiconfesionalidad hace a La Alianza única en esta categoría.
Fue fundado por una unión de Reinos Agrestes bajo la bandera de Damhit Astra en el 58DA.
Véase Conflictos de la Gran Alianza.
La Alianza es un imperio, los reyes de las diferentes regiones responden ante el emperador. Se trata de un sistema muy descentralizado, permitiendo a los reyes mandar en sus propias tierras de forma autónoma pero manteniendo políticas únicas de religión, cultura y defensa.
La cultura de La Alianza mezcla costumbres elfas y humanas y hace especial hincapié en aquellas que tienen en común.
No obstante, y a pesar de la imagen que se vende, La Gran Alianza no está carente de tensiones raciales internas, especialmente entre adoradores de Terion y Terra.
El imperio está habitado por un sinfín de razas, en especial humanos, elfos y semielfos.
En La Alianza existe libertad de credo restringida, permitiendo a todos los ciudadanos adorar a cualquier dios, salvo aquellos que pertenecen a la Cúpula Oscura.
Todos los templos de La Alianza deben prestar adoración, por ley, a un dios humano y a otro elfo, dando lugar a lugares de culto donde se veneran distintas facetas de un mismo suceso, entendido por dos religiones diferentes. Esto algunas veces genera conflictos entre seguidores, por ejemplo en los templos de Byslán y Meizos. La única dualidad que no se da en ningún templo, es entre Terion y Terra cuyas religiones están demasiado contrapuestas.